miércoles, 8 de marzo de 2017

#UnaMiradaEnLaHistoria #Efemérides #8DeMarzo

8 de Marzo. El día internacional de la Mujer, comenzando esta tradición en 1911 en Alemania, Suiza, Australia y Dinamarca cuando se celebro el día internacional de la mujer trabajadora. Luego se fueron sumando otros países a esta celebración, hasta que la organización de las Naciones  Unidas declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer en 1975.

A lo largo de la historia de la humanidad se le ha dado a la mujer un puesto secundario en la sociedad, su función ha sido reducida a ser dadora de vida como eslabón fundamental  en el ciclo de la vida. Sin embargo la mujer ha demostrado que si bien es importante e invaluable su papel de madre, su labor no solo se centra en el hecho de la procreación y atención de los niños sino que además ha demostrado su paridad con el género masculino. Pues ha desempeñado en la sociedad  labores  que no hace mucho estaban destinadas de forma exclusiva para los hombres.

Las mujeres desde tiempos remotos han sido subestimadas, no obstante han ido ganando espacios en la sociedad con arduo trabajo, vemos como están preparadas cada vez más para asumir cargos desde los niveles más básicos hasta la presidencia de los países, han luchado para ganar su libertad de pensamiento de la palabra acción, para ganar su autonomía y decidir qué hacer con sus vidas. A pesar de sus grandes avances en cuanto a la igualdad de géneros,  siguen existiendo lugares en la tierra donde culturalmente es inaceptable que la mujer se desenvuelva libremente, con restricciones que no les permiten estudiar, votar ni desarrollarse por su condición de mujer. A pesar de ello el movimiento para liberarlas de la opresión social y laboral, e incluso familiar está en marcha. Mujeres reconocidas de todo el mundo, organizaciones e instituciones son portavoces de los derechos de las mujeres y tienen como fin lograr la autonomía de la voluntad de las mujeres en el mundo.

Las mujeres en Venezuela han tenido que luchar a lo largo de su vida por derribar diferencias que, por motivos de sexo, la sociedad utilizó para relegarlas al hogar dejándole al hombre el protagonismo en lo político y social. Aún cuando durante el proceso revolucionario esta exclusión ha disminuido, la costumbre ha hecho más difícil su total erradicación. Sin embargo la elevación de la conciencia política e ideológica de la mujer en esta década unida a la discriminación positiva que hace el gobierno bolivariano, permite presumir que aquella irá desapareciendo en los años por venir. 

Hay que resaltar que la mujer venezolana ha asumido un papel más relevante, si se quiere, que el hombre en el proceso bolivariano, nunca antes la mujer venezolana había tenido tanta participación en la vida pública teniendo un lugar preponderante en todos los programas del gobierno. El apoyo de la mujer a la revolución con respecto al hombre es mayor y su participación, sin necesidad de acudir a las matemáticas, es abrumadora en todas las Misiones, sin hablar de su mayor presencia y fervor en los actos de masas. 

Cada día la mujer venezolana se supera así misma estudiando en todos los niveles académicos con miras a cumplir un papel preponderante en el devenir de su país. Su capacidad y abnegación le permite participar como nunca antes, honrando el precepto constitucional que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, en todas las manifestaciones del poder popular como las instituciones del estado donde las mujeres copan los poderes públicos tales como el Poder Legislativo, Electoral y Judicial, así como también la Defensoría del Pueblo y La Fiscalía General de la República. Los Consejos Comunales, las Misiones y el propio gobierno, son ejemplo donde su presencia es también determinante. 

Cabe destacar que gracias a los programas del gobierno diseñados a través del Banco de la Mujer, Vuelvan Caras, Madres del Barrio, etc., las mujeres de los sectores populares que encontraban dificultades para trabajar, pues tienen bajo su responsabilidad no sólo el hogar sino también el cuidado de sus hijos, han podido desarrollar pequeñas empresas sin descuidar la atención de ellos integrándose al desarrollo productivo del país. 

Se viene avanzando también en la protección de las mujeres para casos de violencia doméstica, tanto física como sexual, acoso sexual etc. La ley permite recibir denuncias y aplicar mecanismos de protección sin esperar la actuación de un fiscal ni de un juez. Quedaría pendiente una despenalización del aborto para completar el cuadro proteccionista de sus derechos.

No cabe duda que las mujeres venezolanas han avanzado en la lucha por sus derechos, conquistando espacios que siempre le habían sido vedados. Su participación es cada día mayor en los planes estratégicos del país y a ellos se avocan con alegría, dedicación y fe en el futuro sabiendo que tienen el apoyo, no sólo del gobierno revolucionario, sino también de la mayoría de los venezolanos que entienden el papel que juegan, junto a ellos, en la lucha por una Venezuela socialista y solidaria.

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